jueves, 3 de mayo de 2012

El Romanticismo


El Romanticismo es un movimiento cultural y político originado en Alemania y en el Reino Unido (Gran Bretaña e Irlanda del Norte) a finales del siglo XVIII como una reacción revolucionaria contra el racionalismo de la Ilustración y el Clasicismo, confiriendo prioridad a los sentimientos. Su característica fundamental es la ruptura con la tradición clasicista basada en un conjunto de reglas estereotipadas. La libertad auténtica es su búsqueda constante, por eso es que su rasgo revolucionario es incuestionable. Debido a que el romanticismo es una manera de sentir y concebir la naturaleza, la vida y al hombre mismo que se presenta de manera distinta y particular en cada país donde se desarrolla; incluso dentro de una misma nación se manifiestan distintas tendencias proyectándose también en todas las artes.
Se desarrolló en la primera mitad del siglo XIX, extendiéndose desde Inglaterra a Alemania hasta llegar a otros países. Su vertiente literaria se fragmentaría posteriormente en diversas corrientes, como el Parnasianismo, el Simbolismo, el Decadentismo o el Prerrafaelismo, reunidas en la denominación general de Posromanticismo, una derivación del cual fue el llamado Modernismo hispanoamericano. Tuvo fundamentales aportes en los campos de la literatura, la pintura y la música. Posteriormente, una de las corrientes vanguardistas del siglo XX, el Surrealismo, llevó al extremo los postulados románticos de la exaltación del yo.

La poesía romántica

A mediados del siglo XVIII surge en Inglaterra y Alemania un movimiento que supone una nueva forma nueva de entender el mundo y que transformará, no sólo el arte y la literatura, sino la vida en todas sus manifestaciones. A este movimiento lo llamamos romanticismo. Si el hombre del XVIII hace de la razón el eje de su vida, durante el romanticismo el hombre se plantea su existencia y su relación con el mundo desde un punto de vista más emocional y subjetivo.

Algunos han atribuido la época romántica de la poesía a una reacción contra la Ilustración y la Revolución industrial. La poesía romántica aboga por un regreso del hombre a la naturaleza, lo que se ve, en particular, en las obras de Wordsworth. Cansados de la lucha por la razón y la búsqueda de la verdad, los románticos decidieron desechar la razón y abrazar la belleza.

En España el movimiento romántico llega muy tarde. No hay antes de 1830 obras propiamente románticas e incluso algún autor como Bécquer o Rosalía de Castro publican en la segunda mitad del siglo XIX.


En la poesía romántica española hay dos tendencias fundamentales. Por un lado, una poesía de carácter histórico-legendario, de estilo grandilocuente representada por el duque de Rivas, Espronceda y Zorrilla, y por otro una poesía de carácter lírico y sentimental, más subjetiva e intimista y más sobria en recursos estilísticos, a esta corriente pertenecen Bécquer y Rosalía de Castro.

Características


  • Libertad de creación frente a los cánones del Neoclasicismo.
  • El subjetivismo y el individualismo frente a la rigidez de las reglas académicas. Se valoran especialmente la originalidad, la diversidad y la particularidad frente a la unidad de la Ilustración.
  • La importancia de los sentimientos, las sensaciones y las pasiones (amor, sufrimiento, odio). Se exaltan los sentimientos religiosos patrióticos, y los inspirados en la naturaleza (el paisaje obtiene un gran interés).
  • Cobran relieve las ideas de libertad e igualdad.
  • La excelencia de la imaginación y la fantasía frente al racionalismo clasicista de los ilustrados, recreando mundos pasados (fundamentalmente la Edad Media) o exóticos (el norte de África y Oriente).
  • Instinto frente a la razón y a las situaciones límite frente al equilibrio y la harmonía.
  • Conciencia del “Yo” como entidad autónoma y, frente a la universalidad de la razón dieciochesca, dotada de capacidades variables e individuales como la fantasía y el sentimiento.
  • Primacía del Genio creador de un Universo propio, el poeta como Demiurgo.
  • Valoración de lo diferente frente a lo común, lo que lleva una fuerte tendencia nacionalista.
  • Liberalismo frente al Despotismo Ilustrado.
  • Originalidad frente a la tradición clasicista y la adecuación a los cánones. Cada hombre debe mostrar lo que le hace único.
  • La creatividad frente a la imitación de lo antiguo hacia los dioses de Atenas.
  • La obra imperfecta, inacabada y abierta frente a la obra perfecta, concluida y cerrada.

Temas


  • El tema principal es el amor: un amor muy diferente al neoclásico, es un amor que rompe fronteras y convencionalismo sociales.
  •  “Yo personal”. Los sentimientos ante la razón. Los neoclásicos tenían vergüenza de hablar de ellos mismos, los románticos, por lo contrario, tenían una extrema subjetividad en su individualismo. Los temas más comunes eran: melancolía, la búsqueda de la felicidad inalcanzable, el destino, el desengaño y la angustia de la vida cotidiana.
  •  La historia nacional. El nacionalismo surgió como consecuencia de las guerras napoleónicas. Así, los autores románticos se preocuparon de la historia de su país, del conocimiento de las costumbres, las tradiciones... De ahí muchas veces que la inspiración se busque en la Edad Media o en personajes literarios como Don Juan o Don Quijote. Hay un apogeo de géneros como la novela histórica, los romances, las leyendas y el costumbrismo.
  • Los conflictos sociales. Los escritores románticos se manifestaron en contra de la situación social de la época: en contra de la burguesía y en contra de su sistema político liberal. Se escribe remarcando las desigualdades y de las frustraciones individuales que ello provoca. Todos los personajes sobre los que se escribía eran libres: piratas, bandoleros, mendigos, etc. Los románticos son víctimas de esa sociedad tan clasista y opresora.
  •  La mujer es la gran protagonista de las obras románticas. Los románticos tienen una doble visión de ella: la pueden ver como un ángel de amor: tierna, agradable, ingenua...; o la pueden ver perversa, vengativa y destructora.

Autores más significativos del Romanticismo


Gustavo Adolfo Bécquer

Gustavo Adolfo Domínguez Bastida nació en Sevilla, el  17 de febrero de 1836 i murió en Madrid, el 22 de diciembre de 1870. Más conocido como Gustavo Adolfo Bécquer, fue un poeta y narrador español, perteneciente al movimiento del Romanticismo, aunque escribió en una etapa literaria perteneciente al Realismo. Por ser un romántico tardío, ha sido asociado igualmente con el movimiento posromántico. Aunque, mientras vivió, fue moderadamente conocido, sólo comenzó a ganar verdadero prestigio cuando, tras su muerte por Tuberculosis, fueron publicadas muchas de sus obras.

Bécquer escribía poesía, y los temes que más trataba en este ámbito eran el amor, la muerte y la creación poética. El ideal poético de Bécquer es el desarrollar una lírica intimista, expresada con sinceridad, sencillez de forma y facilidad de estilo.
Pero, aparte de su importante lírica, Gustavo Adolfo Bécquer fue también un gran narrador y periodista. Escribió veintiocho narraciones del género leyenda, muchas de ellas pertenecientes al género del relato gótico o de terror, otras, auténticos esbozos de poesía en prosa, y otras narraciones de aventuras. María Rosa Alonso encontró en ellas siete temas principales:

  • El oriental y exótico
  • La muerte y la vida de ultratumba
  • El embrujamiento y la hechicería
  • El tema religioso
  • Las inspiradas en el Romancero
  • Las de tendencia animista

José de Espronceda 
 
José Ignacio Javier Oriol Encarnación de Espronceda Delgado nació en  Badajoz, el 25 de marzo de 1808 i murió Madrid, el 23 de mayo de 1842. Fue un célebre escritor de la época del Romanticismo, considerado como el más destacado poeta romántico español.

Estudió en el colegio de San Mateo de Madrid. En 1823 funda junto a otros alumnos de Alberto Lista la academia del Mirto, para continuar con las enseñanzas del clausurado colegio de San Mateo.
Denunciado por sus actividades intelectuales en 1825 fue desterrado a un monasterio de Guadalajara durante cinco años.

Durante su estancia en el monasterio, y alentado por su maestro, el erudito y poeta sevillano Alberto Lista, comenzó a escribir el poema histórico El Pelayo en octavas reales, que dejó inacabado. Más tarde escribió la novela histórica Sancho Saldaña o el Castellano de Cuéllar. En 1840 escribió un tomo de Poesías que tuvo gran éxito y repercusión. Los temas de esta recopilación son el placer, la libertad, el amor, el desengaño, la muerte, la patria, la tristeza, la duda, la protesta social, etc.
Se considera a Espronceda el poeta romántico español por excelencia a causa de su talante byroniano. En efecto, su poesía presenta ecos de la de Lord Byron, sobre todo en sus dos poemas narrativos más extensos: El estudiante de Salamanca y el incompleto El Diablo Mundo, en el que se incluye el famoso «Canto a Teresa», dedicado a su amante Teresa Mancha, la chica de la cual Espronceda estaba enamorado.

Cuando Teresa Mancha murió, él se dedicó a la política y al periodismo.
José Espronceda murió a los treinta y cuatro años de garrotillo, cuando se iba a casar con Bernarda de Beruete.


Duque de Rivas

Ángel María de Saavedra y Ramírez de Baquedano, más conocido por su título nobiliario de duque de Rivas, nació enCórdoba, el 10 de marzo de 1791 y murió en Madrid, el 22 de junio de 1865. Fue un escritor, dramaturgo, poeta, pintor y político español.

Pertenecía a una familia aristócrata cordobesa. Realizó sus estudios en el Seminario de Nobles de Madrid y después ingresó en el Ejército. A pesar de su juventud se distinguió en la guerra de Independencia contra los franceses en 1808. Su amistad con Manuel José Quintana le orientó hacia las artes y la participación política liberal. Fue condenado a muerte por Fernando VII pero pudo huir.

 Marchó a Londres donde conoció la obra de Shakespeare, Walter Scott y lord Byron; después estuvo en Francia, Italia y Malta. En 1834 regresó a España, tras la muerte del rey y participó de lleno en la vida política; fue embajador en Francia, presidente del Consejo de Estado (1863) y director de la Real Academia Española, desde 1862 hasta su muerte.

El duque de Rivas se inició en literatura con un libro de poemas, Poesías (1814), de corte neoclásico, tal vez por la influencia del poeta español Manuel José Quintana. Pero, desde su estancia en Inglaterra se volvió un romántico vigoroso, primero apasionado y original, y en sus últimos años más convencional en el uso de la aparatosa parafernalia romántica.

En su larga oda Al faro de Malta (1828) establece la simbología de la luz del faro (liberalismo, romanticismo) que debe servir de guía y no perderse en el oscurantismo y métodos anticuados. El moro expósito (1834) sigue los caminos de Byron y su interés reside precisamente en haber sido introductor del estilo en España. Pero Ángel Saavedra es, ante todo, un dramaturgo; su drama Don Álvaro o la fuerza del sino (1835) sigue siendo la obra romántica por excelencia del teatro español. Está escrita en prosa y verso y en ella se mezcla lo clásico y lo cómico al estilo del teatro de Lope de Vega, pero en ambientes exóticos y con un argumento exagerado de muertes, pasiones y tragedias muy del gusto de la época y que dado el éxito de la obra, tal vez, hizo que el autor siguiera escribiendo en la misma línea. En cualquier caso la obra tuvo repercusión internacional y años más tarde el compositor italiano Giuseppe Verdi la usó como argumento para la ópera La forza del destino.