lunes, 24 de octubre de 2011

Lírica tradicional/popular

Historia

En todas las literaturas el verso precede a la prosa y la lírica a la narrativa o épica. Se discute mucho sobre el posible origen de la lírica castellana. Las primeras manifestaciones son siempre difíciles de encontrar; en el caso de las líricas neolatinas o románicas, las más antiguas son las jarchas, escritas en un mozárabe muy contaminado de arabismos, que datan del siglo X d.C. Posteriormente los poetas del Renacimiento (fray Ambrosio Montesino, Gil Vicente, Juan del Encina) y del Barroco (Lope de Vega, Luis de Góngora, Francisco de Quevedo) entreveraron sus obras, en especial las teatrales y las líricas, de versos tomados de la tradición popular, y místicos como San Juan de la Cruz o Santa Teresa de Jesús usaron a manos llenas de ella en sus poemas. Muchos cantares populares fueron rehechos (contrafacta) a lo divino para convertir la temática de amor profano en temática de amor divino.

Posteriormente la atención a la lírica popular sufrió un eclipse hasta que el Romanticismo alemán descubrió el volkgeist o espíritu popular y empezaron a coleccionarse y editarse compilaciones de cuentos populares, leyendas, tradiciones, romances, cantares, baladas etcétera. Se empezaron a estudiar las obras anónimas medievales y surgió la figura del folclorista. Incluso la lírica popular llegó a influir en la culta a través de movimientos estéticos como el Neopopularismo, que impregnó a algunos autores del Postromanticismo y de la Generación del 27.



Características

La poesía oral se transforma en poesía o lírica tradicional o popular en el momento que es recitada frente a un colectivo. Las primeras manifestaciones de este tipo de lírica, nos vienen de siglos atrás, concretamente, las primeras obras son de los siglos X y XI.

- Este tipo de lírica, pertenece al folclore tradicional del pueblo, es decir, destacan: los cuentos, las leyendas, las canciones y los romances.

- La lírica tradicional o popular, tenía una sola forma de transmisión, la oral. Se recitaban los poemas delante de colectivos. Se recitaba acompañada de un soporte musical, normalmente la lira. Esta forma de transmitir las obras, ha hecho que ahora las obras nos hayan llegado con algunas variaciones sobre la obra original.

- También se caracteriza por la brevedad y sencillez de sus poemas.

- Al contrario que la lírica culta, ésta, es anónima, no se conoce al autor, ya que este no firmaba las obras.


Estilo

La lírica popular tradicional abunda en elementos rítmicos, repeticiones y recurrencias, y alterna dos estructuras diferentes de composición: la paralelística, que recurre al paralelismo sintáctico, al semántico y a veces al leixaprén (lírica galaico-portuguesa), y la zejelesca, de origen arábigo, que parece partir de la alternancia entre un solista y un coro que repite un estribillo o bordón. Son recursos estilísticos comunes el uso de arcaísmos, un primitivo simbolismo, la anáfora, la aliteración, las metáforas simples y los símiles, las exclamaciones, la condensación, el paralelismo, el uso de una rima fácil (en español, la asonante), el uso de estrofas breves como la cuarteta de romance, la soleá, la seguidilla o el pareado, etc.

La lírica tradicional o popular también es caracterizada también por la escasez de recursos, la falta de artificios y la expresión clara.

El vocabulario es muy sencillo y repetitivo, y destaca la escasez de adjetivos y metáforas; aunque sí que hay imágenes visuales, a veces cargadas de simbolismo popular.

En definitiva, el énfasis, la intensidad, unidos a la máxima sencillez de la expresión, caracterizan gran parte de esta poesía. 

Temas

Es posible establecer los siguientes ámbitos temáticos:

Amor: La separación o partida del amante, la tardanza del amado, su ausencia, el insomnio que provoca, el encuentro con el amado (en una fuente, en una iglesia o ermita, en el río, en los álamos, en la orilla del mar), el piropo o alabanza de la belleza de la amada, la fiesta de amor (por primavera, en San Juan, la romería, la boda...). La niña que rehúsa ser monja, el elogio de la propia belleza, los que siembran cizaña entre los enamorados, los celos, los guardas que mantienen separados, el rechazo del matrimonio, la caza de amor.

Trabajo: Las faenas agrícolas, los oficios, la siega, el espigueo, el volteo, el esquileo, el acarreo, las tareas domésticas, las panaderas, las hilanderas...

Burlesco: Cantos anticlericales contra los curas, canciones contra las suegras, contra los rivales, contra los pueblos vecinos, contra los abogados, los médicos, los chismosos, los poco virtuosos, etcétera.

Patriótico: Cantos en alabanza de los pueblos y las regiones y sus productos (vino, pan, aceite...), sus hombres y mujeres (por su belleza, generalmente), su historia, tradiciones y arquitectura.

Pícaro: Erotismo más o menos disimulado, camuflado o simbólico, la coquetería de la mujer, el piropo, el requiebro atrevido, la gracia ingeniosa, la grosería descarada, el orgullo del amado...

Piadoso: Festividad de un santo, vida del santo patrón, milagros, oraciones.

Humorístico: Bromas, chistes, rasgos de ingenio.

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