jueves, 16 de febrero de 2012

La lírica renacentista

Las relaciones políticas, guerreras, religiosas y literarias entre Italia y España desde la mitad del siglo XV, hicieron que existiera un amplio intercambio cultural entre estos dos países. El pasado de dos ilustres valencianos, Calixto III y Alejandro VI, sirvió para estrechar las relaciones culturales entre Castilla, el Reino de Aragón, Cataluña y Roma. En Italia se editaban o traducían las obras literarias españolas de mayor relieve, como el Amadís de Gaula, La Celestina, Cárcel de Amor o las composiciones poéticas de Jorge Manrique e Íñigo López de Mendoza, Marqués de Santillana, así como las compilaciones de producciones populares como los villancicos y los romances. Otro tanto sucedía en España con obras italianas, como la Jerusalén liberada, de Torcuato Tasso.
Estas relaciones hispano-italianas fueron muy importantes, ya que llevaron a la Península las inquietudes y gustos que propiciaron el Renacimiento español.

Estilo

El estilo de la lírica renacentista se caracteriza por:

• La naturalidad y huida de la afectación.

• Sintaxis regular y sencilla.

• Renuncia a latinismos innecesarios.

• No se dejan de lado ciertos artificios como el hipérbaton, la bimembración, las imágenes y metáforas de fácil comprensión.

Temas

Amor

Concebido desde el punto de vista platónico, es el tema renacentista más importante. Se continúa con la tradición de amor cortés, pero filtrado por el tratamiento que le da Petrarca y por el neoplatonismo del Dolce Stil Novo, que hace del amor el elemento cohesionador del cosmos. La mujer es ahora reflejo de la Belleza divina y camino de perfección hacia Dios.

Petrarquismo: En la lírica renacentista fue posiblemente el tema del amor el más tratado, concebido a la manera de Francesco Petrarca (1304-1374). Petrarca, con su Cancionero, ofrecía a los poetas renacentistas un modelo de diario poético autobiográfico que podría ser imitado. Dividió su Cancionero en poesías in vita y poesías in morte (vida y muerte de la amada, Laura), con un poema prólogo y otro poema que hacía las veces de epílogo. Este cancionero se consideró su diario poético autobiográfico, con la referencia absoluta a la amada Laura.

Neoplatonismo: Se trata de un concepto de raigambre filosófica que afecta al tema del amor renacentista.

Naturaleza

Como algo idílico, (Bucolismo: Que es una temática habitual de la literatura, la pintura y el teatro que se suele ambientar en lugares naturales rústicos como bosques y montañas, en cercanía de prados y agua, diálogos de temática amorosa y disputas musicales protagonizadas por pastores, a veces encubriendo personajes o historias de amor reales).

El Renacimiento concedió gran importancia a la descripción de la naturaleza, no por su valor intrínseco, sino por su relación con los sentimientos que en ella se desarrollan. Los poetas renacentistas tratarán el tema de la naturaleza haciendo alusión al tópico literario del locus amoenus (lugar ideal con una naturaleza vivificadora).
En este lugar idealizado aparece el deseo de una anhelada Edad de Oro (falta de injusticias, dolor, hambre, presencia de la eterna juventud), donde los pastores, las pastoras y las ninfas son los protagonistas.

Mitología

Los principales temas mitológicos recurridos por la lírica renacentista tienen en la Metamorfosis de Ovidio una clara fuente de inspiración. En la Metamorfosis, se toman seres mitológicos clásicos como símbolos de fuerzas y fenómenos naturales: amor es Venus, Marte es la guerra, Hércules la fuerza… así como de cualidades físicas, morales y experiencias humanas: la belleza está encarnada por Apolo, de igual forma que el orgullo por Ícaro, las historias de Apolo y Dafne, Orfeo y Eurídice, Dino y Eneas…
En relación con estos temas mencionados, existen varios tópicos renacentistas, tomados del mundo clásico algunos de ellos:

• El Carpe Diem, cuya traducción sería "atrapa el día" o "aprovecha el momento". Con él se aconseja el disfrute de la vida antes de la llegada de la vejez.

• La Descriptio puellae, descripción de la belleza ideal de la mujer.

• El Beatus Ille o alabanza de la vida del campo, apartado de lo material, frente a la vida de la ciudad, con sus peligros e intrigas.

• El Locus amoenus o descripción de una naturaleza perfecta e idílica.

• La Aurea mediocritas, gusto y satisfacción por lo sencillo, lo que se posee... frente al deseo desmesurado de riquezas

Características

La lírica renacentista busca la naturalidad y la sencillez fruto de una cuidadosa elaboración. Se incorporan palabras nuevas (cultismos) y progresivamente el lenguaje se va haciendo artificioso y cargando de elementos ornamentales. En éste género, será quizá, en el que mejor se perciban las tensiones entre formas medievales y renacentistas.

La imitación de los autores italianos trae consigo una revolución basada en estos elementos:

• Renovación formal que comienza con la práctica de endecasílabos y heptasílabos y continúa con la innovación estrófica.


Los cambios formales implican:

•  La adopción de nuevos géneros, algunos de ellos de estirpe clásica (canciones, églogas, epístolas, odas).

• La incorporación masiva de nuevos temas y motivos (amor petrarquista, mitología y temas clásicos expresados con la topica del carpe diem, beatus ille, etc.). En este punto se corrobora la síntesis de los viejos temas medievales del amor cortés (crueldad y belleza suprema de la dama, comportamiento codificado del amante) con los nuevos conceptos aprendidos de Petrarca y del dolce stil nuovo.

Por otra parte, Alonso Zamora Vicente trata de aplicar el concepto de “generación literaria” de Petersen a los poetas líricos del Renacimiento. De resultas que constituirían una generación liderada por Garcilaso, nacida entre 1481 y 1520, que tiene una formación común, un lenguaje generacional propio, una rebeldía contra la anquilosada generación anterior y que comparten una amistad personal y unas experiencias generacionales.
Sin embargo, este planteamiento no cuajó entre los historiadores de la poesía española del Renacimiento, y éstos prefieren postular la existencia de dos grupos:

• Los introductores del verso italiano: Sa Miranda, Boscán, Garcilaso y Hurtado de Mendoza.

• Los epígonos: Gutierre de Cetina, Acuña y Silvestre.

Más que plantear la renovación petrarquista española como una reacción contra el “anquilosado modelo” de la poesía de los cancioneros, sería mucho más exacto afirmar no sólo que ambas corrientes coexisten en la primera mitad del siglo XVI, sino que además se entrecruzan y entremezclan; aunque también puede defenderse con bastante fundamento que los “nuevos” poetas españoles evolucionan paulatinamente de la moda cancioneril al petrarquismo, visto entonces como etapa de madurez expresiva, y no como ruptura radical con el estilo anterior. Tal y como demuestra Rafael Lapesa con respecto a La trayectoria poética de Garcilaso.

Autores

Entre la lírica de los autores renacentistas se encuentran como más conocidos:

Garcilaso de la Vega: Natural de Toledo. Enamorado de Isabel Freire y casado con Elena Zuñiga. Ideal cortesano. Escribió la Epístola, Elegías, Églogas, cinco canciones (“La flor de Gnido”) y cuarenta sonetos.

Juan Boscán: Amigo de Garcilaso. Escribe Epístola a Mendoza.

Dentro de la literatura religiosa se encuentran autores como:

Juan Luis de León: Tradujo el Cantar de los cantares prohibido por el Trento, cuestionó la Vulgata, prefiriendo el texto hebreo de la Biblia.
Tenía rivalidades con teólogos y órdenes religiosas, por lo que permaneció cinco años en la cárcel.
Escribió en verso obras como Oda a la vida retirada, Noche serena, Oda a Salinas, Oda a Felipe Ruiz Profecía del Tajo.
En prosa escribió Los nombres de Cristo y La perfecta casada.

San Juan de la Cruz: Escribió Noche oscura del alma, Cántico espiritual y Llama de amor viva.
San Juan de la Cruz
Dentro del género teatral nos encontramos autores de la talla de Lope de Rueda, que escribe los pasos Aceitunas y La tierra de Jauja.

Cervantes: Escribe ocho comedias: Los baños de Argel, El rufián dichoso; ocho entremeses: El juez de los divorcios, La guarda cuidadosa, El vizcaíno fingido, El retablo de las maravillas, El viejo celoso, La cueva de Salamanca, El rufián viudo La elección de los alcaldes.

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